Ya consolidado como el principal exportador de software per cápita del mundo, se instalaron las universidades de Harvard, el MIT y el centro de innovación Newlab. El Gobierno definió a la innovación como su estrategia país.
Más de 500 compañías de 50 países fueron convocados para el seminario Test and invest Uruguay que el país organizó junto al BID. La fundación Advanced Leadership bajo la batuta de Juan Verde, ex asesor de Obama, detectó en el mundo las empresas que podrían encontrar en Uruguay una puerta para buscar oportunidades. Fueron 40 y varias organizaron negocios.
¿Qué sucedió para un cambio tan grande? “Una mezcla de estabilidad democrática, económica, respeto a las instituciones, y reglas que no cambian”, dice Sergio Fogel, el creador del unicornio uruguayo Dlocal que se especializa en algoritmos que permiten a plataformas como Netflix cobrar en monedas locales en los países en que opera. Fabrizio Opertti, gerente de Integración y Comercio del BID, agrega: “Uruguay apostó a la tecnología. Y tiene un camino recorrido”.
Con sus 1.000 empresas de software, el país genera US$1.000 millones en exportaciones y si se mide per cápita lidera el ranking mundial. En biotecnología cuenta con el Instituto Pasteur de Francia, Microsoft acaba de instalar un laboratorio de inteligencia de servicios y desembarcaron la escuela de negocios de Harvard y el MIT para un programa de ciencia de datos. Su sector audiovisual crece a tasas exponenciales.
En el discurso inaugural, el presidente Luis Lacalle Pou reconoció a sus antecesores,“los visionarios que en los 90 empezaron a sentar las bases. Uruguay tiene talento, infraestructura, pero lo más importante es la estabilidad, las leyes de largo plazo, respeto a los contratos, instituciones fuertes. Es un terreno fértil para los emprendimientos globales. Todo lo que se logró era imperceptible y ahora es una erupción, la globalización dio estas posibilidades, el mundo se achicó ya no importa donde uno vive o trabaja. La próxima frontera es para los que piensan fuera de la caja, tenemos la obligación de convertirnos en un hub de América Latina y más allá. Test Uruguay es venir a probar en pequeña escala en innovaciones y luego lanzarse al mundo”, invitó.
El ministro de Industria, Omar Paganini, se refirió a que es el momento de dar un salto y convertirse en un centro de innovación regional y que Uruguay pase de ser un centro de negocios a un hub de innovación. Claro que no todas son rosas y muchos critican los altos costos. “No somos caros en este sector en talento digital estamos a nivel internacional”, se atajó el ministro.
Allí se anunció un plan muy ambicioso. Carolina Gutiérrez es la directora ejecutiva del Innovation Hub. Y lo explica de este modo: “Se hizo un estudio de las ventajas competitivas, en industrias de tecnología, donde el país tiene un altísimo grado de conexión lo que permitió el gran desarrollo del software. Otro sector son las energías renovables en un país en el que el 97% de la generación eléctrica proviene de esas fuentes y la biotecnología, dado que Uruguay cuenta con una comunidad de 2.000 científicos reconocidos en el mundo”.
Inspirados en Israel y desde una perspectiva público-privada idearon un sistema de fondos e incubadoras para el desarrollo de estas empresas. Tienen una ventaja. “La gran base es la estabilidad jurídica para atraer industrias que requieren largos plazos de maduración”, explica Gutiérrez al resaltar que existe un “absoluto compromiso político, de alineación de los ministerios para acelerar este proceso”.
Fuente: Clarín