Uruguay «logró proezas tecnológicas que parecen estadísticamente imposibles para un país de su tamaño» y «descubrió que la tecnología es su ADN».Un artículo de Christian Serron, director de Bros, publicado en la plataforma Medium, analiza el desarrollo de Uruguay en la industria del software bajo el título: «Uruguay: el Silicon Valley de Sudamérica», en el que hace comparaciones entre lo que llevó a California a liderar la innovación tecnológica mundial con el proceso vivido por Uruguay.
«Sé que algunos de ustedes estarán pensando ‘¿Dónde está Uruguay?’. Metido entre Brasily Argentina, con una población de 3.5 millones en un territorio más chico que el estado de Missouri, Uruguay es más conocido por sus playas hermosas, su ganado y su pasión por el fútbol. Sin embargo, con 1.200 millones de dólares generados en tecnología de la información en 2016 y en constante expansión, y con 700 compañías tecnológicas exportando software a 52 mercados diferentes, Uruguay también es el principal exportador de software per cápita en Sudamérica y el tercero en el mundo», comienza la nota.
«Parece cierto que Uruguay tiene una gran cultura de desarrollo pero llamarlo el Silicon Valley de Sudamérica puede ser un poco presuntuoso, ¿no creen? Spoiler alert: no lo es», asegura.
Prosigue destacando que Harvard identificó a Uruguay como «uno de los centros de desarrollo de software más avanzados de la región» y recuerda una frase de Tina Seelig, directora del Stanford Technology Ventures Program de la Universidad de Stanford, que dijo: «Mi primer viaje a Uruguay me abrió los ojos. No tenía idea de que este pequeño país tenía tanto para ofrecer. Desde el espíritu emprendedor a las magníficas costas, está claro que Uruguay está preparado para subir al escenario mundial».
Según el artículo de Bros, de la misma forma que el éxito de Silicon Valley no es producto de la casualidad, el suceso de Uruguay en las tecnologías de la información es «el resultado de un plan maestro sofisticado del gobierno, combinado con una serie de circunstancias oportunas». Y enumera los motivos.
Subsidios del gobierno: compara cómo San Francisco recibió respaldo masivo del gobierno estadounidense desde finales de los 70 para alentar la innovación en tecnología. Del mismo modo, «notables beneficios fiscales e incentivos del gobierno fueron aplicado por Uruguay en la última década», como el decreto 150/2007 que exonera impuestos en las exportaciones de software.
Talento: resalta cómo en 2008 Uruguay se convirtió en uno de los primeros países del mundo en implementar el programa One Laptop per Child, que permitió que 300.000 niños de escuelas públicas tengan sus propias computadoras.
Espacio: compara lo hecho por Silicon Valley en espacios de «coworking» con lo que sucede en Uruguay, donde se crean espacios laborales comunes que reducen costos y mitigan el aislamiento de muchos emprendedores que trabajarían de otro modo en sus casas. Las «zonas francas» también son destacadas por las facilidades e incentivos económicos que brindan.
Infraestructura y condiciones naturales: Uruguay es un centro de logística regional (gracias a su puerto natural), pero también es líder en comunicaciones según el ranking del Índice de Desarrollo de Comunicación, que mide penetración de internet, uso de teléfonos celulares y otros índices relacionados. A ello se suma la «excelente infraestructura en comunicaciones», combinada con afinidad cultural con Europa y Estados Unidos y una zona horaria similar.
Atmósfera emprendedora: los uruguayos son innovadores, según la nota en Medium, que recuerda que aquí surgió el primer marcapasos o se realizó la primera mamografía. «Uruguay logró proezas tecnológicas que parecen estadísticamente imposibles para un país de este tamaño», escribe Christian Serron. El país tiene «una próspera industria de startups, notable sobre todo en el gaming, similar a lo que una vez fue el Homebrew Computer Club en Menlo Park, California».
«Sería ingenuo atribuir el suceso de Silicon Valley solamente a la combinación de estos cinco factores, o creer que esta mezcla de culturas, talento e innovación no podría darse en otro sitio. Una mirada cercana a la historia de los eventos podría arrojar algo de luz a lo que convirtió una pequeña área del norte de California en la meca de la tecnología que es hoy. Y, más importante, darnos algunas pistas de cómo replicar este escenario en Uruguay, un país que descubrió que la tecnología es su ADN», concluye.
Fuente: montevideo.com.uy