Enero 10, 2016
En su mayoría, advierten desde las farmacias, se trata de turistas europeosEl 20 de junio de 2012, el gobierno uruguayo anunció en conferencia de prensa que regularía el mercado de la marihuana. Desde entonces, el país estuvo en el tapete a nivel mundial por este asunto.
El paso que anunció el país era inédito: el Estado controlaría la producción de la droga, que luego se vendería en farmacias. Tres años y medio después de aquel anuncio, muchos extranjeros que visitan el este del país pasan por las farmacias para comprar cannabis.
«Viene mucha gente mayor, europeos. Más de lo que te imaginás. No tanto los jóvenes. Se ve que los jóvenes saben que no se puede vender», dijo a El Observador Margarita Sosa, de la farmacia Barra Nueva de Maldonado.
Por su parte, Gladis Cufré, de la farmacia José Ignacio, también destacó que quienes más preguntan es «gente mayor», aunque en esa farmacia las consultas han mermado.
«Cuando se armó todo esto de la legalización de la marihuana pensamos que la juventud iba a pedir para divertirse, pero fue al revés. Son turistas, europeos, norteamericanos y personas mayores», destacó Sosa, que recibe en la farmacia consultas diarias de turistas y también de uruguayos.
La ley aprobada en diciembre de 2013 estipula que existen tres formas de acceder a la marihuana: el autocultivo, los clubes de cannabis y la venta en farmacias. Las dos primeras vías de producción están en marcha pero aún resta que se implemente la venta al público.
El prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, anunció el 1º de octubre que la venta en las farmacias estará disponible desde junio. Dos empresas fueron seleccionadas, licitación mediante, para cultivar la droga en terreno estatal y distribuirla en las farmacias.
Quienes quieran comprar, deben inscribirse en el Instituto de regulación y control del cannabis (Ircca), pero deben ser ciudadanos uruguayos por lo que la venta a extranjeros está prohibida.
De esta manera, el gobierno busca evitar el turismo cannábico.
Sin embargo, los turistas llegan a las farmacias del Este en busca de la marihuana que posicionó al país y al impulsor del modelo, el expresidente José Mujica (2010-2015), en las tapas de los diarios de todo el mundo.
En algunas farmacias, las consultas son más frecuentes que en otras.
Twitear
En la farmacia La Barra Nueva, ubicada en el corazón de ese balneario, hay dos o tres consultas diarias.
En otras farmacias, como José Ignacio y Farmashop de la avenida Gorlero, disminuyeron las consultas en relación al año pasado. «Cuando recién entró en vigencia la ley, en el momento de auge, sí preguntaban; ahora se tranquilizó el tema», dijo Carla Sosa de Farmashop.
Por su parte, Estela Pérez, de la farmacia L-Disc, comentó que muchos averiguan por curiosidad. «Preguntan si es cierto que en Uruguay las farmacias venden marihuana», aseguró.
Cufré, de la farmacia José Ignacio, dijo que este año los argentinos particularmente no han preguntado, pero que en contrapartida los brasileños se han mostrado muy interesados.
Algunas farmacias están dispuestas a comenzar a vender, mientras que otras prefieren no hacerlo.
«Como estamos en una zona turística, no nos interesa tener algo que no le podemos vender a los turistas. Nos interesa que la gente sepa cómo utilizarla y para qué sirve. Vendemos cosas mucho peores que la marihuana y la gente las consume como si fueran caramelos», agregó Cufré.
Gobierno pide que reporten abusos
El Ministerio del Interior aprobó en agosto del año pasado un protocolo policial que establece cómo deben actuar los agentes ante una plantación de marihuana. Sin embargo, se han registrado en los últimos meses algunos abusos policiales, que fueron relatados por La Diaria en una nota publicada el 24 de diciembre.
Un mes antes, la Policía allanó la casa de Guillermo Amándola, un cultivador de Salinas que consume marihuana para calmar sus dolores crónicos, y lo golpeó en la calle. Finalmente, fue liberado por la Policía al probar que sus cultivos estaban dentro de la norma.
«Quisiéramos que los cultivadores, debidamente registrados o no, pero preferentemente los registrados, que se consideran avasallados en sus derechos reporten al Ircca los hechos, con nombre, apellido y una descripción de las circunstancias, independientemente de las acciones que hagan ante la Policía o la Justicia», dijo Milton Romani, secretario general de la Junta Nacional de Drogas, a La Diaria.
elobservador.com.uy