Todos tenemos ese amigo (o tal vez, somos ese amigo) que llega tarde a cada juntada que se haya puesto en el calendario. Mientras que algunas personas se enorgullecen de los buenos modales, lo que incluye la puntualidad, otras simplemente parecen incapaces de llegar a tiempo.Si bien es ciertamente una característica frustrante tanto para las personas que suelen esperar, resulta que hay un lado positivo. Muchos estudios revelaron que los rasgos que tienden a retrasar a las personas son los mismos rasgos que pueden ayudarlos a vivir vidas más largas y productivas.
La ciencia ha demostrado que el estrés es increíblemente malo para la salud en general. Las personas que llegan tarde generalmente se sienten menos estresadas, sin preocuparse por los plazos y, en general, más relajadas. Eso puede llevar a una presión arterial más baja, menores riesgos de enfermedades cardíacas, mayor salud cardiovascular, menor riesgo de accidente cerebrovascular y menor posibilidad de depresión, todo lo cual puede prolongar la vida.
Como Diana DeLonzor escribió en su libro, Never Late Again, «muchas personas tardías tienden a ser optimistas y poco realistas». Eso significa que, en realidad, profundamente creen que pueden, digamos, salir a correr, tomar una ducha, parar para comprar la comida, pasar por el lavadero y aún llegar a tiempo para recoger a los niños de la escuela todo en una hora.
A pesar de que ese es un cronograma claramente optimista, muchas personas crónicamente tardías realmente creen que es posible, incluso cuando se prueba una y otra vez que no es así. Sin embargo, ese nivel de optimismo va mucho más allá de un calendario demasiado planificado.
Según l os investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, «los estudios nos dicen que un pronóstico optimista temprano en la vida puede predecir una mejor salud y una tasa de muerte más baja durante los períodos de seguimiento de 15 a 40 años».
El optimismo también puede afectar la productividad y el éxito. Un estudio entre vendedores reveló que los optimistas vendieron un 88 por ciento más que sus colegas pesimistas. Se desempeñaron mejor porque tienen una mejor perspectiva.
De manera similar, algunas personas crónicamente tardías son perfeccionistas que no pueden salir de la casa hasta que el lavaplatos esté vacío y la ropa doblada, según la Dra. Linda Sapadin, especialista en administración del tiempo y miembro de la Asociación Estadounidense de Psicología. Eso puede ser un rasgo frustrante en un amigo, pero es una característica deseable en un empleado y puede conducir a una carrera más exitosa.
Otra razón por la que una persona puede ser impuntual es porque simplemente está absorto en otra actividad y pierde la noción del tiempo. Ser apasionado por un tema puede traducirse en un éxito a largo plazo, lo que significa que las personas que están atrasadas pueden llegar a ser muy exitosas.
Finalmente, es importante entender que para algunas personas la tardanza no es enteramente su culpa, porque pueden tener un sentido del tiempo completamente diferente que al resto. Un equipo de científicos puso un minuto en el reloj y preguntó a dos grupos diferentes de personas con personalidades Tipo A (ambicioso, impulsado) o Tipo B (relajado, creativo) y les pidió que adivinaran cuánto tiempo había pasado: su estudio reveló que las personas con personalidades Tipo A suponían que había pasado un promedio de 58 segundos, mientras que las personas con personalidades Tipo B pensaban que había pasado un promedio de 77 segundos. Con esto se explicaría por qué llegan tarde a todos lados.
Fuente: LANACION