Si alguna vez nos sorprendió que en las ciudades del interior no se discuta el corte a la mitad del día para dormir la siesta, debemos saber que su costumbre es de vanguardia.Según un estudio de la Universidad de Pensilvania, dormir una pequeña siesta es ideal para renovar energías. David Dinges, de la Academia Americana de la Medicina del Sueño, explicó que se conocen dos tipos de siesta: una voluntaria y otra involuntaria.
Las primeras buscan completar las horas de sueño necesarias y aporta importantes beneficios para la salud; mientras que las segundas son consecuencia del cansancio inmanejable que no permiten mantenerse despierto.
El descanso ideal para una persona adulta es de 7 horas cada 24, por lo que quienes duermen menos generan una “deuda de sueño”.
Los especialistas, coinciden en que el lugar para esta pausa debe ser fresco, oscuro y silencioso, aunque lo fundamental es deshacerse de los dispositivos electrónicos y sentirse seguro. La clave del descanso reparador es dormir por un mínimo de 15 minutos y un máximo de una hora; este tiempo permite al cuerpo funcionar de forma correcta y sobrellevar mejor el día sin interferir con el sueño nocturno.
Fuente: emedemujer