En los viajes algunos comportamientos pueden afectar a aquellos con quienes viajamos. Te contamos cuáles son para que no te conviertan en alguien que todos eviten.“Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”, escribió, con razón, el poeta y escritor portugués Fernando Pessoa (1888-1935).
Viajar no es tan sencillo como parece. En los viajes, como en la vida diaria, algunos comportamientos pueden afectan la vida cotidiana no solo de la gente con la que viajamos sino de los mismos destinos.
Por eso, en los viajes, es común encontrar a turistas irritantes, o mejor, detestables. Enumeramos las conductas que se deben evitar a la hora de viajar.
1. El que siempre se tarda y deja esperando a sus compañeros de viaje. Este tipo de turista es supremamente irritable, sobre todo cuando se trata de excursiones en grupo. Además de alterar el itinerario y los planes de todos, puede hacer, incluso, que se pierdan reservas o vuelos.
2. Hay turistas que no tienen el más mínimo respeto con los destinos que visitan: arrojan basura, se suben a los monumentos o suben a sus hijos para tomarse fotos, o quieren dejar su nombre marcado en cualquier lugar.
3. No deja de ser menos irritante el turista que tratan mal a los guías, mozos y otros miembros del personal de servicio, todo porque «está pago». O el que llena sus bandejas de comida —que no va a alcanzar a comer— porque tiene todo incluido.
3. El que no se interesa por el patrimonio y las tradiciones locales, no visita museos, monumentos, lugares históricos o tradicionales. También el que lo crítica todo o compara con otros viajes, o se queja por el clima, la comida, el hotel, el tránsito, y no sabe adaptarse al entorno ni se deja conquistar por la cultura y los atractivos locales. O el que cree sabérselo todo y se pasa interrumpiendo a los guías.
5. No resulta menos irritable el turista que llega a un destino y lo primero que hace es buscar una red WiFi para conectarse, en lugar de conocer y disfrutar de las cosas que le puede brindar el lugar. Buscan conectarse a Internet para compartir sus fotos en redes sociales antes de explorar y disfrutar del lugar.
6. Con las fotos hay muchos comportamientos incómodos: el que le quiere sacar fotos a todo y hace esperar a los demás, o que pide que le tomen fotos en todo momento y lugar. Hay quienes, incluso, exponen su vida para tomarse una selfie en lugares o situaciones peligrosos.
7. También es incómodo el turista que se apropia de los lugares y monumentos y deja esperando a los demás que también quieren una foto allí. Tomar fotos con las tabletas no solo no es práctico: ocupan mucho espacio y le quitan encanto a los paisajes.
8. El que se emborracha y se la quiere pasar de fiesta en fiesta. Por estar en ese plan se pierde la oportunidad de conocer los destinos y afecta las actividades de los demás, porque, seguro, va a llegar tarde al día siguiente o no se va a querer levantar.
9. El que descuida su higiene personal y genera malos olores que resultan incomodísimos, sobre todo en hoteles, restaurantes, aviones y otros medios de transporte. Nada peor que tener que dormir en un hostel con un extraño que huela feo.
10. El peor de todos es aquel que llega buscando el llamado turismo sexual y de drogas. Merece el repudio de todos porque puede llegar hasta a poner en peligro a las personas que los acompañan.
Fuente: elpais.com.uy