Quinta Copa de Europa del Barcelona y otro triplete seis años después / Rakitic abrió muy pronto el marcador / El Barça perdonó y la Juve se mantuvo en pie. Luego empató Morata / Suárez puso el 2-1 cuando más sufrían los culés / Neymar puso la guinda a un año perfecto para el barcelonismoUna generación irrepetible dio al Barcelona en Berlín (1-3) su quinta Liga de Campeones y el segundo triplete de su historia, un hito único. Con Iniesta, Xavi y Messi como supervivientes de un ciclo iniciado en 2006, que tocó el cielo con la triple corona lograda hace seis años, y máximos exponentes de un estilo y un equipo que ya está en la historia con letras de oro. Un equipazo completado con jugadores de talla mundial como Piqué, Busquets, Alves, Mascherano o Pedro, integrantes del primer triplete y todavía hoy capitales, o Rakitic, Luis Suárez o Neymar, goleadores en Berlín ante una Juventus que no se rindió hasta el minuto 97, cuando el brasileño liquidó definitivamente el duelo. Fue un digno rival el cuadro italiano, que logró empatar por medio de Morata y metió el miedo en el cuerpo al equipo de Luis Enrique. Hasta que Messi encontró espacios para arrancar y enfilar a Buffon, cuyo rechace lo embocó Luis Suárez. Pese al orgullo y la bravura de la Juve, el Barcelona fue casi siempre mejor y reinó en Berlín después de haberlo hecho en Londres (dos veces), París y Roma. No hay una gran capital europea que se le resista.
En cuatro minutos pasaron muchas cosas en el Olímpico de Berlín. Salió la Juve apretando muy arriba, algo que quizá sorprendió al Barcelona. Al menos a Mascherano, que se equivocó dos veces en un minuto, lo que provocó un disparo alto de Tévez desde la frontal y un córner. Trataba de asustar la Juve, pero el Barcelona no se pone a temblar así como así. La primera vez que pudo combinar dejó una maravilla e hizo bingo. Messi inició la jugada con una apertura a la izquierda, Jordi Alba se la dejó a Neymar y el brasileño vio fantásticamente la llegada de Iniesta. Delante de Buffon, el manchego (nombrado MVP del partido), con la sangre de hielo se la dejó a Rakitic, que marcó a placer. No había mejor manera de quitarse la presión, de despejar las dudas, que una jugada de ese calibre. Mascherano, por cierto, se cambió de botas tras el tanto.
Al gol le siguieron unos muy buenos minutos del Barça, que pudo liquidar el duelo, pero Buffon demostró que todavía es un coloso. Neymar no llegó por poco a un gran pase de Messi, que durante el primer cuarto de hora ofició de quarterback, y Alves probó los reflejos del meta italiano con un venenoso disparo tras un pase atrás de Luis Suárez. La Juve estaba contra las cuerdas, pero los equipos italianos son especialistas en mantenerse con vida cuando se tambalean. Se mantuvo de pie y fue dejando que pasara la tormenta poco a poco. El Barcelona no podía mantener ese ritmo de presión y precisión. Mientras pasaba la marea, Morata daba algún problema a Mascherano y la Juve lo intentaba desde lejos.
El Barcelona tuvo ocasiones suficientes para marcar el segundo, por ejemplo por medio de Luis Suárez cerca del descanso, pero Buffon bajaba la persiana o la pelota se iba lamiendo el palo. La Juventus igualaba poco a poco el partido, a su manera, pero aún así el Barça se mantenía un punto por encima. Volvió a perdonar el Barça al inicio del segundo acto, en una contra con superioridad que Luis Suárez finalizó con un duro remate al primer palo. Más duro aún, de acero, fue la mano que puso Buffon. Sufría la Juve, amenzaba con romper el partido el Barça, pero la distancia era de solo un gol, y la Juventus esperó su momento, que llegó.
Marchisio habilitó a Lichtsteiner con un genial taconazo, el suizo centró raso, Tévez ganó la acción a Piqué y su zurdazo lo repelió Ter Stegen. Al rechace acudió Morata para dejar el balón en la red. Por si había alguna duda, la empresa no iba a ser fácil para el Barcelona. Era la final de la Copa de Europa, nada menos, donde nadie regala nada. Pasó un mal rato el Barcelona tras el empate, los peores momentos del partido para los azulgranas. La Juventus olió las dudas de su rival y buscó el segundo. Volaron los centros sobre el área del Barcelona e incluso un posible penalti sobre Pogba. Estaba aturdido el equipo de Luis Enrique, que de pronto veía que era posible perder.
En el peor momento para el Barcelona, cuando se requería algo especial, apareció Messi. La Pulga encontró espacios, y eso es letal. Se marchó de Barzagli en la frontal y su disparo raso lo rechazó Buffon. Más rápido que nadie acudió Luis Suárez para dejar el balón en la red. Explotó de alegría el uruguayo y se liberó todo el barcelonismo, que había pasado un muy mal rato. De inmediato hizo Neymar el tercero, pero después de cabecear el balón pegó en la mano y el tanto fue anulado. En cada llegada rondaba el Barça la sentencia. La tuvo Piqué, Messi se resbaló cuando llegaba al remate, Xavi no llegó a un remate mordido de Luis Suárez… El Barça era superior, pero de nuevo dejaba con vida a su rival, que no dejó de creer.
Un par de barullos provocados por Llorente, sustituto de Morata, metieron algo de miedo, pero la sangre no llegó al río. Sufrió hasta el final el Barcelona, hasta el minuto 97, cuando Neymar liquidó el duelo en la última jugada del partido, con la Juve rota y volcada. El brasileño finalizó una contra llevada por Pedro y todos se fueron a por él. La Quinta era una realidad. El segundo Triplete, también. Un Barcelona para la historia. Una generación para la historia.FUENTE: marca.com
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