73% de los hogares uruguayos tienen conexión a internet y de ellos –aunque no hay números oficiales- muchos se basan en la conexión inalámbrica para conectar la miríada de dispositivos que hoy se usan, desde el celular hasta el televisor pasando por muchos smartphones, alguna tableta y hasta cámaras o luces inteligentes.Por eso hoy más que nunca es necesario que el Wifi “vuele”, sobre todo si se considera que –según cifras de Antel- hay más de 550.000 hogares con conexión de fibra óptica; este avance hace posibles velocidades de subida y bajada mucho mejores. Claro que de poco sirve una banda ancha poderosa, si cuando la fibra entra en el hogar se ve detenida por un Wifi cansino que incluso se niega a llegar a ciertos recovecos del edificio.
Para evitar el malhumor generalizado o las protestas de los integrantes de la familia que se acusan mutuamente de “chuparse” todo internet, lo primero que debe entenderse es que las redes inalámbricas no son campos que se extienden uniformemente. Son señales físicas que se ven interrumpidas por obstáculos físicos, tales como paredes gruesas, ciertos materiales de construcción y hasta por otros aparatos electrónicos cuyas señales coliden con la del router.
1) Por lo anterior, lo primero a tener en cuenta es dónde se ubica el router, que es e aparato central que permite la conectividad inalábrmica. Lo ideal es hacerlo en el centro de la casa o cerca de lo que podría ser su centro. Si el aparato está ubicado al lado de una ventana, por ejemplo, buena parte de su red se emitirá hacia afuera.
Un estudiante avanzado de física, Jason Cole, decidió “mapear” la señal de wifi en su apartamento, según donde instalara el router. Aquí se puede ver el resultado.
2) Para tener una medida racional del wifi y su alcance hay que analizarlo. Para eso se puede usar alguna aplicación como Cloudchek (iOS y Android) o Amped’s Wi-Fi Analytics (Android), que permiten ir probando el mejor lugar para ubicar el dispositivo que genera la conexión wifi.
En este momento también es conveniente asegurarse de que el problema radica realmente en la conexión inalámbrica y no en la conexión de internet que ingresa a su casa. Para eso haga un prueba de velocidad (la de Antel es muy precisa, pero hay otras) en dos condiciones: con Wifi y con su computadora enchufada directamente al router vía un cable ethernet (¿recuerda los que usaba para conectarse a internet cuando el wifi era un lujo escaso?). Si en los dos casos la conexión es lenta entonces deberá llamar a su proveedor y elegir un plan que se adecue a sus necesidades. Si en cambio esta medición le indica que cuando se conecta vía wifi su conexión es mucho más lenta, entonces el problema seguramente esté en el router.
3) Los expertos aconsejan no instalar el router sobre el suelo, otro error común a la hora de buscar un lugar para este aparatito. La señal inalámbrica se transmite hacia abajo y si el router está ubicado sobre el piso hay más chances de que se tope con materiales sólidos y difíciles de traspasar, tales como metal, cemento y concreto. Lo ideal es colocarlo sobre un escritorio o mueble algunos centímetros por arriba del piso. Por esta misma razón no conviene instalarlo en un sótano o piso inferior a la planta baja.
4) Es aconsejable poner el router en la habitación de la casa donde más se use internet. Si la fibra óptica ingresa por ejemplo por la pared del cuarto de su hijo, ubicado en la segunda planta, podría parecer de sentido común instalarlo allí, pero la realidad es que seguramente en el estar o living es donde más necesite buena conexión para soportar la tele conectada y todos los celulares que se suelen usar al mismo tiempo a determinadas horas en las que se reúne la familia.
5) De igual manera, si el router se guarda en un mueble cerrado, en un ropero o closet, esto también conspirará contra el buen desempleo de la señal inalámbrica que logre transmitir. Las señales de radio se mueven mejor a “cielo abierto”, pero a falta de eso dentro de cuatro paredes es mejor no apretarlas.
6) Otros aparatos electrónicos pueden interferir con la señal de Wifi, en particular los microondas, televisores, teléfonos inalámbricos, o cualquier otro que genere una señal electromagnética o que tenga motor. Es por esta razón que no es lo mejor instalar el router en medio de toda la parafernalia que llena el mueble de la tele, que suele incluir consolas de juego, canaleras y decodificadores. Se desaconseja además instalarlo cerca de superficies de agua (por ejemplo, una pecera) u objetos de metal así como espejos.
7) Posicionar una antena verticalmente y la otra horizontalmente mejora la señal y permite que llegue con buena calidad a todo tipo de dispositivo; mientras que las antenas de la notebooks suelen estar instaladas internamente de forma horizontal, los celulares o tabletas difieren según como se sostengan. Si se ubica cada antena en una posición diferente se amplía el rango de llegada.
8) A veces es necesario actualizar o modificar el software del router para mejorar la red inalámbrica, sobre todo si no son aparatos de última generación. Es posible que en este paso necesite la ayuda de un técnico, pero si se anima a experimentar ingrese al navegador de su preferencia (Chrome, Mozilla o Internet Explorer, por ejemplo) y en la barra de direcciones escriba la dirección IP que suele estar escrita en la parte de abajo del router. Si no la encuentra allí busque en internet con la marca y modelo.
Al ingresar esta dirección se abren los Ajustes del router en su navegador y se puede, en primer lugar, cambiar el canal por el que opera, que por defecto suele ser el 6.
Si el aparato no es de los más nuevos es posible que otros routers cercanos generen interferencias; si cambia el canal de frecuencia tiene más chances de que funcione mejor (estos routers más antiguos operan en 14 frecuencias numeradas del 1 al 14 y sus canales 1, 6 y 11 suelen ser los mejores). Hay que ir cambiando entre estos canales y probar con una app de medición para definir por cuál la señal es más potente.
Hay herramientas que lo pueden guiar en este cambio de canales, entre ellas dos apps para Android, Wi-Fi Stumbler y Wi-Fi Analyzer.
La segunda opción es actualizar el software del router, algo que no siempre es posible y depende del modelo y marca de cada uno. De vuelta, haga una búsqueda con la marca y modelo del suyo y se enterará.
9) Si todo falla es hora de comprar un nuevo equipo y para eso lo mejor es asesorarse con un técnico de confianza para que le recomiende qué router comprar según sus necesidades, la estructura de su casa y la rapidez de conexión que pretende lograr.
En este campo las opciones abundan. Hace pocas semanas Google lanzó un nuevo producto, que es –básicamente- un super router llamado OnHub que, según publicita la marca está capacitado para lidiar con las velocidades de conexión del internet moderno. Entre sus ventaja puede priorizar qué dispositivo se lleva una parte más amplia de su banda ancha, por ejemplo la tele si está mirando una película HD vía streaming. Además viene equipado con una antena circular (que en su interior tiene 13 antenas de diferente poderío), lo cual ayuda a que la señal inalámbrica alcance todos los rincones de la casa.
El sistema se comunica con una app que identifica si hay problemas y sugiere arreglos, además de medir la potencia de la señal para identificar altas y bajas. Por último, su software se actualiza automáticamente. Cuesta 200 dólares en Estados Unidos.
Otra opción a considerar en casas grandes o que presentan obstáculos importantes para la señal inalámbrica, es comprar un repetidor de Wifi, que toma la señal y la replica.
Bonus track
Ya que está en plan de mejorar su conectividad Wi-Fi, dedique un tiempo también a hacerla más segura. Incluso si su red tiene una contraseña –que siempre debería tener- hackers amateurs puede robarle” fácilmente parte de su red Wifi. Los expertos aconsejan utilizar una contraseña WPA, pero incluso ésta no es absolutamente inmune a los hackers. Asesórese con un técnico para instalarla.
Fuente: http://blogs.elobservador.com.uy/