Como lograr vacaciones realmente reparadoras

  • hace 1 mes

“Estoy más agotado que cuando salí de vacaciones”, es la frase que muchas veces se les escucha a quienes regresan a sus trabajos luego de tomarse algunos días de descanso en el verano. Y es que lo que comúnmente ocurre es que en el afán por aprovechar al máximo el tiempo libre, las personas hacen todo aquello que no pueden hacer durante el resto del año y a veces no se preocupan de lo que debería ser el verdadero objetivo de las vacaciones: romper con la rutina y liberarse del estrés acumulado.

Según Raúl Carvajal, psicólogo de Clínica Santa María (Chile), una de las claves para conseguir unas vacaciones realmente reparadoras es la planificación. “Antes de partir, hay cosas mínimas que se deberían tener más o menos resueltas, como dónde ir, qué es lo que se quiere de las vacaciones y por cuánto tiempo. Porque hay mucha gente que dice ‘vamos no más y allá resolvemos’, y terminan llegando a unas casas horrorosas, lejos de donde quieren estar y sin las condiciones mínimas para tener un descanso”, sostiene.

El especialista agrega que también es recomendable tener una idea de los gastos en los que se va a incurrir durante las vacaciones, para que el tema del dinero tampoco se transforme en un factor de estrés. “Es importante funcionar en base a un presupuesto, decir ‘esto tengo para gastar y me tengo que acomodar a ello’, porque o si no llega un momento en que se verán gastando más y abusando de la tarjeta de crédito y, claro, el descanso de 10 días o dos semanas va a ser un estrés en los próximos tres meses”, indica.

En este sentido, Carvajal asegura que un consejo útil para organizarse es hacer una check list, primero de forma individual y luego con quienes forman parte del grupo con el que se va a vacacionar.

Asimismo, el psicólogo indica que obligarse a partir de viaje sí o sí el mismo día en que se sale de vacaciones, también puede convertirse en un factor de estrés, sobre todo si no se han preparado las maletas o la comida que se llevará, así como también si irse de inmediato implica dejar algún tema pendiente.

“Si una persona se va a ir dejando algo y dice ‘a la vuelta lo resuelvo’, esos círculos abiertos probablemente no la van a dejar descansar del todo y la van a tener preocupada por lo que tiene que hacer al volver”, explica, y añade que también es “una pésima idea” tratar de solucionar algún pendiente desde el lugar de vacaciones, por que de seguro implicará perder un día completo de descanso.

¿Una pequeña rutina o plena libertad?
En relación a las actividades a realizar durante las vacaciones, Carvajal sostiene que éstas deben ser un quiebre en la rutina que se tiene a lo largo del año, aunque -aclara- esto no significa que las personas deban estar haciendo algo las 24 horas del día para no desaprovechar el tiempo libre.

“Se deberían hacer cosas distintas a las que se hacen habitualmente y dentro de eso está el tener días en los que no haya nada que hacer. Eso me parece fantástico y permite descansar (…) Hay que ser cuidadoso y tratar de respetar más los ritmos de cada uno durante el período”, aconseja el especialista, y agrega: “Si no escuchamos las necesidades del cuerpo en las vacaciones, la verdad es que es difícil durante el año”.

Asimismo, el psicólogo sostiene que el tener o no una rutina de vacaciones, depende de cada persona, ya que hay quienes sólo tienen la sensación de que disfrutaron el día cuando respetan ciertos horarios.

“Creo que lo recomendable es tener una pequeña rutina respecto a los hitos del día: a qué hora se despierta, a qué hora se almuerza, etc. (…) Un pequeño orden que va a ser más o menos estricto dependiendo de la personalidad de cada uno”, explica.

Raúl Carvajal también sugiere intentar evitar lo más posible el uso de aparatos tecnológicos. “Tratar de hacer un quiebre en eso, porque lamentablemente se han convertido en nuestros asistentes, compañeros y en casi un apéndice de nosotros. Entonces, el seguir en esa rutina probablemente va a permitir desconectarse poco”, comenta.

Otro consejo que entrega el especialista para lograr unas vacaciones realmente reparadoras, es regresar a la rutina de una manera gradual y no de un día para otro. En este sentido, afirma que un ciclo ideal de vacaciones son tres semanas: la primera comienza la desconexión, la segunda se empieza a disfrutar y la tercera se logra la desconexión total. “Entonces, terminar las vacaciones y volver al trabajo al día siguiente, puede ser un poco brusco”, dice.

Sin embargo, agrega que si eso es lo que se desea hacer para aprovechar el descanso hasta “el último minuto”, es importante tener en cuenta que al reincorporarse a la oficina el rendimiento va a ser menor y va a costar concentrarse. “Si se vuelve un par de días antes, la persona puede programarse y aterrizar un poco en la ciudad, y así probablemente la adaptación será un poquito más rápida”, plantea.

La maleta: un elemento clave
El armado de las maletas puede convertirse en un foco de estrés importante a la hora de partir de vacaciones, en especial cuando hay niños pequeños, pero no por eso hay que prepararlas con semanas de anticipación. Según Raúl Carvajal, con uno o dos días antes de partir de viaje es suficiente.

“Para armar una buena maleta lo recomendable es reconocer el lugar y las posibles actividades que se van a realizar. Esto nos dará una idea clara sobre qué vamos a necesitar”, indica el psicólogo. Así por ejemplo, si tu destino es el sur de Chile, debes tener claro que existe una alta posibilidad de que te toquen días de frío y lluvia, por lo que la parka sí o sí debe tener un espacio en tu maleta.

El especialista añade que hay que fijarse en las cosas que cada persona tiene en su velador, donde habitualmente está lo más importante. “Es en ese lugar donde tenemos las cosas que creemos que podemos necesitar, las que están más a mano. Es sumamente estresante llegar al lugar de destino y darse cuenta de que no se llevó lo que es imprescindible en el día a día”, sostiene.

uy.emedemujer.com

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