la columna en el Huffington Post que explica el cambio de paradigma global
por El Mostrador 3 marzo 2016
Hace unos meses, me liberé de los estándares sociales. Rompí las cadenas del miedo que me mantenían atado al sistema. Desde entonces, veo el mundo desde una perspectiva diferente: ahora veo que todo está cambiando y que la mayoría de nosotros no somos conscientes de ello, escribe Gustavo Tanaka, co-creador de Baobbá Lab.»Internet está acabando con el control de masas. Los grandes medios de comunicación que moldean las noticias basándose en cómo les viene mejor dar el mensaje y qué les viene mejor que leamos ya no son los únicos propietarios de la información. Cada uno puede buscar lo que quiera. Cada uno puede explorar lo que le plazca y contactar con quien le apetezca», escribe Gustavo Tanaka, co-creador de Baobbá Lab, en el sitio Medium.
«Muchos de nosotros apenas nos hemos dado cuenta de que están sucediendo cosas extraordinarias.
Hace unos meses, me liberé de los estándares sociales. Rompí las cadenas del miedo que me mantenían atado al sistema. Desde entonces, veo el mundo desde una perspectiva diferente: ahora veo que todo está cambiando y que la mayoría de nosotros no somos conscientes de ello.
¿Por qué está cambiando el mundo? En este artículo, señalo ocho razones que me llevan a pensar que el mundo está cambiando:
1. La gente ya no aguanta el modelo laboral actual.
Estamos a punto de llegar al límite. La gente que trabaja en grandes empresas no soporta su trabajo. La falta de motivación llama a sus puertas, la sienten en su interior como un grito de desesperación.
Todo el mundo está harto. Fíjate en la cantidad de gente que se hace emprendedora, que se toma un año sabático, que padece depresión por asuntos laborales. La gente está muy quemada.
2. Cada vez hay más emprendedores.
En los últimos años, con el auge de las startups, miles de emprendedores convirtieron sus garajes en despachos para dar vida a sus ideas millonarias. La clave de ser emprendedor está en encontrar un inversor y conseguir financiación. Conseguir financiación era como que te tocara la lotería.
¿Y qué pasa después de conseguir que te financien?
Vuelves a ser un empleado. Puede que trabajes con gente que no comparte tu sueño, o que no esté de acuerdo con tus propósitos, y pronto todo volverá a ser cuestión de dinero. El dinero se convierte en el objetivo principal de tu negocio.
La gente sufre por esto. Hay startups excelentes que empiezan a tambalearse porque el modelo estándar, cuyo fin principal es obtener dinero, es eterno.
Se necesita encontrar otra manera de emprender. Ya hay quienes la han encontrado.
3. La colaboración es cada vez mayor.
Hay mucha gente que ya se ha dado cuenta de que no tiene sentido que cada uno vaya por su lado. Mucha gente ya se ha liberado de la mentalidad de «yo me lo guiso, yo me lo como».
Para un momento, da un paso hacia atrás y piensa. ¿No es absurdo que los 7000 millones de personas que vivimos en el planeta nos hayamos separado los unos de los otros? ¿Qué sentido tiene darle la espalda a los miles o millones de personas que viven a nuestro alrededor, en nuestra ciudad? Cada vez que lo pienso, no puedo evitar ponerme triste.
Afortunadamente, las cosas están cambiando. Se están implantando conceptos como la economía colaborativa, que nos indican una nueva dirección. Una dirección en la que compartir, colaborar, ayudarnos y trabajar en equipo.
Es bonito poder contemplar algo así. Me conmueve.
4. Por fin estamos descubriendo qué es Internet.
Internet es algo espectacular y solo ahora -después de muchos años- comprendemos su poder. Gracias a Internet, el mundo está conectado, las fronteras desaparecen, se acaba la separación, estamos todos juntos, empieza la colaboración, emerge la ayuda.
Algunas naciones han sido testigo de revoluciones, como la Primavera Árabe, que han utilizado Internet como principal catalizador. En Brasil también se está empezando a hacer un mejor uso de esta increíble herramienta.
Internet está acabando con el control de masas. Los grandes medios de comunicación que moldean las noticias basándose en cómo les viene mejor dar el mensaje y qué les viene mejor que leamos ya no son los únicos propietarios de la información. Cada uno puede buscar lo que quiera. Cada uno puede explorar lo que le plazca y contactar con quien le apetezca.
Con la llegada de Internet, todo el mundo tiene voz. La gente anónima también obtiene reconocimiento. El mundo se une. Y entonces puede que el sistema falle.
5. El consumismo disminuye.
Durante demasiado tiempo se nos ha manipulado para que consumamos tanto como podamos y para que compremos los productos que salen al mercado: un coche nuevo, el último iPhone o montones de ropa y de zapatos, entre otras muchas cosas.
Mucha gente ya ha comprendido que esto es un error. La gente es cada vez menos consumista, lleva un estilo de vida menos frenético y recurre menos a la comida rápida, evidenciando la contradicción y la absurdez a la que habíamos llegado.
Los coches se utilizan cada vez menos. La gente es mucho menos derrochadora. Cada vez más gente hace intercambios de ropa, compra objetos de segunda mano o comparte su coche o su apartamento.
No necesitamos todo lo que nos dicta la sociedad. Esta conciencia que tenemos del nuevo consumismo puede desmantelar a cualquier empresa que viva a su costa.
6. La alimentación es cada vez más sana y orgánica.
Hemos llegado a volvernos tan locos que hemos aceptado comer cualquier cosa. Si sabía bien, nos parecía bien.
Nos importaba tan poco que las empresas empezaron prácticamente a envenenar nuestra comida y ni siquiera dijimos nada al respecto.
Pero algunas personas empezaron a preocuparse, a involucrarse y a fomentar la alimentación sana y orgánica.
Y esto va a ir a más.
¿Pero qué tiene que ver esto con la economía y el trabajo? Todo, diría yo.
La producción de alimentos es uno de los pilares básicos de nuestra sociedad. Si cambiamos nuestra mentalidad, nuestros hábitos alimenticios y nuestra forma de consumir, las empresas tendrán que responder y adaptarse a un nuevo mercado.
Los pequeños agricultores están volviendo a ser relevantes para la cadena de producción. La gente está empezando a cultivar en su propia casa.
Y eso le da una nueva forma a la economía.
7. La espiritualidad tiene más presencia en nuestras vidas.
¿Cuántos de tus amigos hacen yoga? ¿Cuántos de ellos meditan? Ahora piensa en la situación de hace diez años. ¿Cuánta gente practicaba actividades de este tipo por aquel entonces?
Durante mucho tiempo, la espiritualidad había quedado relegada a los esotéricos, los místicos raritos.
Pero, afortunadamente, esto también está cambiando. Hemos alcanzado la razón y la racionalidad. Somos capaces de darnos cuenta de que, sin utilizar el subconsciente, no podemos llegar a saber todo lo que sucede en nuestro interior.
Ahora queremos comprender cómo funcionan las cosas: cómo funciona la vida, qué ocurre después de la muerte, qué es esa energía de la que la gente habla tanto, qué es la física cuántica, cómo se pueden materializar los pensamientos, en qué consisten la coincidencia y la sincronización, por qué funcionan la meditación y, en ocasiones, ciertas terapias (no siempre aprobadas por la medicina).
Existen empresas que proporcionan a sus empleados clases de meditación. Incluso hay colegios que enseñan a meditar a sus alumnos.
8. Han surgido nuevas tendencias educativas.
¿Quién ha diseñado este modelo educativo? Quién elige las asignaturas que hay que dar? ¿Quién elige qué se estudia en las clases de historia? ¿Por qué nadie enseña la verdad sobre las civilizaciones antiguas?
¿Por qué existen ciertas reglas? ¿Por qué los alumnos tienen que contemplarlo todo en silencio? ¿Por qué tienen que llevar uniforme? ¿Por qué tienen que hacer exámenes para demostrar si de verdad han aprendido?
Hemos desarrollado un modelo que perpetúa y genera más seguidores del sistema, un modelo que convierte a las personas en seres humanos ordinarios.
Afortunadamente, mucha gente trabaja para cambiar esto y han surgido conceptos como el un-schooling («desescolarización») o la educación en casa.
Puede que nunca te lo hayas planteado y que ahora mismo estés en shock, pero es una realidad.
Poco a poco, la gente se da cuenta de que esta sociedad en la que vivimos es de locos.
Tras leer sobre estas novedades, intenta pensar en todo lo que se nos había descrito hasta ahora como normal. Yo no creo que lo sea.
Se está produciendo un cambio extraordinario».
Gustavo Tanaka es un escritor y emprendedor brasileño que intenta crear un nuevo modelo y un nuevo sistema, que quizá ayude a crear una nueva economía.
Este artículo fue publicado originalmente en Medium.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de ‘The Huffington Post’ y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero