Como respuesta a la apertura del vecino país, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa se instalará en busca de negociosComo muestra del «cambio de aire» que existe a nivel del empresariado tras la salida del kirchnerismo del poder y la asunción de un nuevo gobierno encabezado por el presidente Mauricio Macri, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) tendrá desde este lunes una representación en Montevideo, dijo a El Observador el presidente de la Cámara de Comercio Uruguayo-Argentina, Ángel Piazza.
El directivo precisó que la oficina estará instalada en el edificio sede de la Cámara Mercantil en la calle Rondeau y que su cometido será mediar para «facilitar los negocios» entre empresas de ambos países, aprovechando el fin de las trabas al comercio y los controles cambiarios que impuso el kirchnerismo durante sus 12 años en el poder.
Agregó que la apertura de una representación en la capital uruguaya forma parte de un plan de posicionamiento regional de la CAME y que debido a la importancia del volumen de negocios bilateral se resolvió que la primera representación estuviera afincada en Montevideo.
«Hay que esperar un reacomodamiento de precios locales (de Argentina) y después se van a hacer más negocios. No se puede pretender en 100 días arreglar lo que se rompió durante más de una década», comentó Piazza.
«Los (empresarios) de allá (por Argentina), por más que vendieran, el ánimo no era para festejar debido a las trabas y los controles cambiarios», fundamentó Piazza. » Ahora es totalmente distinto y se pueden hacer negocios», declaró el también representante de Agricultores Federados Argentinos (AFA).
La CAME reúne a empresarios de todos los rubros de actividad que integran 1450 asociaciones y representa a aproximadamente 1,2 millones de empresas de todos los ramos de la actividad económica radicadas desde Tierra del Fuego a Jujuy, según su página web.
Días después del cambio de gobierno Argentina automatizó la aprobación de la mayor parte de sus licencias de importación, facilitando el ingreso de bienes, un reclamo que hace años mantenían muchos sectores que necesitaban insumos provenientes de países del exterior, entre ellos Uruguay.
El ministro de Desarrollo Productivo del vecino país, Francisco Cabrera, dijo al realizar el anuncio que de las 19 mil posiciones arancelarias que tiene el comercio internacional de Argentina, aproximadamente 18 mil debieran ser automáticas.
Piazza reconoció que esa medida, sumada a la liberalización del tipo de cambio iba a contribuir a normalizar y dinamizar el comercio entre ambos países. Recordó que mientras se mantuvo el kirchnerismo en el poder desde 2003, período durante el cual se dispusieron severos controles cambiarios («cepo») para frenar la fuga de capitales y coexistieron un mercado «oficial» para el dólar y varias cotizaciones paralelas, resultaba dificultoso concretar negocios. Pero ahora es más predecible. Recordó que antes del 10 de diciembre se hacía un negocios y no se sabía si se iba a cobrar al precio del dólar oficial o del «blue».
Fuente: elobservador