PUNTA DEL ESTE. Tres argentinos en lo más alto del cine iberoamericano: mejor actriz, mejor actor, y premio de honor. Dolores Fonzi fue reconocida por su rol de La patota, reinvención de Santiago Mitre del film de Daniel Tinayre que protagonizó Mirta Legrand hace más de medio siglo.Por su lado, Guillermo Francella ganó por convertirse en el frío y calculador Arquímides que lideró el clan familiar que dio argumento a la película de Pablo Trapero, El clan. Y Ricardo Darín, que fue la estrella adorada del fin de semana, reconocido con el Premio de Honor, el mismo que en la ceremonia de Panamá 2014 fue para la brasileña Sonia Braga y que en Málaga 2015 fue para el español Antonio Banderas.
Punta del Este volvió a ser, como en el glamoroso pasado, la capital del cine. El Centro de Convenciones, que está en el Jaguel, donde antes era la pista de aterrizaje de aviones, fue inaugurado anoche con la tercera gala internacional de los Premios Platino, que reconocen a lo mejor del cine iberoamericano.
Fiestas previas, encuentros de artistas con el público, fotos y fotos, alfombra roja, espectáculo, y festejos de los ganadores. Los Platino sacudieron la modorra de invierno del este uruguayo. Estos premios están organizados por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) con apoyo de la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (FIPCA).
Más allá del lugar destacado de los artistas argentinos, El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, fue la gran ganadora de la noche. La producción colombiana (junto a la Argentina y Venezuela) nominada a los Oscar como mejor film extranjero se llevó los premios en las categorías de mejor película iberoamericana de ficción, dirección, música original, montaje, dirección de arte, fotografía y sonido.
La gala fue conducida por la uruguaya Natalia Oreiro y el español Santiago Segura y fue transmitida para toda Iberoamérica a través de las señales de TV paga TNT y CNN en Español. Paulina Rubio, Rubén Rada, Álvaro Soler, Cali y el Dandee, Jesse & Joy fueron los responsables de los momentos de show de la noche. Rada, en su tierra, ya había estado desde el viernes haciendo mover a la gente con su «Cha, cha, muchacha» y otros ritmos que generaron algo de calor en un fin de semana de mucho, pero mucho frío en el este.
Para Uruguay fue como un debut de la alfombra roja como espacio de show previo a una gala. Por allí pasaron Inma Cuesta, Imanol Arias, Javier Cámara, Juan Taratuto, Lucía Puenzo, Pablo Trapero y Peter Lanzani, entre otros.
En cuanto a los premios que celebran la gran producción cinematográfica de Iberoamérica, se entregó el reconocimiento al mejor guión al cineasta chileno Pablo Larraín y sus coautores, Guillermo Calderón y Daniel Villalobos, por el trabajo que hicieron para el film El club.
Entre lo más destacado del cine de animación se distinguió a la película española Atrapa la bandera, de Enrique Gato, mientras que el mejor documental fue para El botón de nácar, de Patricio Guzmán, mientras que la guatemalteca Ixcanul, de Jayro Bustamente, se llevó el premio Platino a a la mejor ópera prima de ficción iberoamericana y ya había conseguido ser la mejor película según el público que votó a través de la página de los premios.
Anoche se estrenó el galardón Cine y educación en valores y fue para el filme Que horas Ela volta…, de la brasileña Anna Muylaert. Fue uno de los momentos fuertes de la noche con la ganadora del premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú haciendo entrega del galardón. La activista por los derechos humanos subrayó la importancia de que a través del cine se pueda transmitir valores como la paz y la concordia.
«Ojalá que todo lo que hagamos, para bien o para mal, más allá de la taquilla, nos ayude a vivir mejor», concluyó Ricardo Darín en un fin de semana que lo tuvo como protagonista.
Fuente: LANACION