Desde Bodegas del Uruguay recomiendan bodegas para no perderse y que son ideales para quien piense en hacer una escapada que combine gastronomía y vinos
Uruguay es un país con tradición vitivinícola. La industria comenzó a florecer a fines del siglo XIX pero fue recién en los últimos años que las bodegas de ese país comenzaron a encarar seriamente el enoturismo. Con más de 150 bodegas operativas en la actualidad, no fueron los tradicionales establecimientos familiares de Canelones sino un puñado de emprendedores en Carmelo los que se decidieron a combinar las degustaciones de vinos y las visitas a bodegas con hospedaje. A continuación, la consultora Bodegas del Uruguay recomienda un recorrido imperdible para quienes piensen en hacerse una escapada a Uruguay este fin de semana largo. • Bodega y Granja Narbona Son pioneros en el enoturismo.
Con cinco habitaciones y ostentando el aval de la cadena Relais & Chateaux, ingresó al Hall of Fame este mes con la publicación de su Lodge en la revista Decanter. Narbona combina en un solo predio el deslumbrante lujo con la rusticidad de su estilo campestre antiguo. Posee cinco habitaciones y un restaurant gourmet abierto todo el año. • Bodega Buena Vista Ubicada sobre los médanos de Punta Gorda, el argentino Federico Bonomi entrega otra propuesta: Casa Chic, un conjunto de cabañas de lujo y un club house con spa e infinity pool hacia el poniente. La bodega propia, Buena Vista, que perteneció a la familia Icardi y fue reciclada y acondicionada incorporando por primera vez en el país el concepto de vasijas de hormigón con forma de huevo bajo asesoramiento de Matías Michelini, se encuentra a corta distancia y sus vinos acompañan las comidas del restaurante de Casa Chic. •
Bodega CampoTinto Un ondulado paisaje al otro lado de la ruta, en Colonia Estrella, fue el marco elegido por CampoTinto para erigir, frente a la capilla San Roque, su bodega, posada y restaurant. Hoy cuenta con cuatro habitaciones y está comenzando la construcción de ocho más. Elabora sus vinos con uvas propias y las provenientes de La Concordia, el primer barrio cerrado con viñas del Uruguay. En septiembre inauguró otro espacio para degustaciones: Casona CampoTinto, donde ofrece además una piscina y comodidades para pasar el día.
Bodega Cordano Enfrente, la vieja Bodega Cordano combinó en su predio un despacho de vinos y especialidades regionales que se denomina Almacén de la Capilla, con un concepto europeo que atrae principalmente a los amantes de la naturaleza: el glamping. Con Entreviñas, una cabaña ubicada en el medio del viñedo, propone disfrutar del canto de los pájaros y los aromas campestres con biking y caminatas. • Bodega El Legado La última de las propuestas carmelitanas se encuentra en construcción, y es la de El Legado, una bodega boutique que cuenta con una recién inaugurada cava y sala de degustación, y se caracteriza por ofrecer al turista un ámbito familiar y acogedor con dos opciones: picadas o almuerzos. Próximamente, contará con un conjunto de cabañas para los que deseen pasar la noche fuera del casco urbano de Carmelo.
Bodega Zubizarreta Es una bodega tradicional, conocida por su Casa de Aitona, llena de historias y anécdotas familiares contadas por su cuarta generación que invitan a escuchar mientras el tiempo pasa lento copa en mano. • Bodega Familia Irurtia Cuenta con 150 hectáreas operativas de viñedo y una cava antigua que recuerda los viejos château europeos. Además, se puede pasar un buen rato en el winebar al que denominaron Cava Carmelo, donde se puede disfrutar del vino junto al parque.
• Viravento Carmelo es atractivo también para los que deseen construir su propia casa en las viñas. Al primer proyecto habitacional, La Concordia, que ya cuenta con familias afincadas y produciendo sus propios vinos en CampoTinto, se sumó en 2015 Viravento, donde Marcelo Irurtia ofrece lotes con viñedo. La novedad es una bodega ubicada en el centro de la finca donde elabora su propio cognac (sí, cognac, ya que Uruguay es el único país del mundo que recibió el permiso de Francia para utilizar esa denominación de origen), a partir de las uvas de cada uno de los propietarios con quienes compartirá el producto que promete ser la mejor compañía para las tardes de otoño e invierno junto al hogar.
Cómo llegar a Carmelo desde Buenos Aires
A Carmelo se accede por carretera (desde CABA y alrededores son unos 400 km cruzando el puente San Martín que une Gualeguaychú con Fray Bentos) o por barco, cruzando a Colonia (una hora de travesía). Si se opta por esta última opción, el traslado terrestre faltante es de 77 km por ruta pavimentada, y se puede hacer en micro, con auto alquilado o coordinando directamente el traslado con los establecimientos.
Fuente: Especial para iProfesional.com – Más info en Bodegas del Uruguay